Cada época tiene su instrumento resumen, que recoge las músicas más
dispares. En el Renacimiento, la vihuela y el
laúd admiten su escaso papel aun en las complicadas misas polifónicas.
En el año 1711 Cristofori construye el primer piano forte, instrumento resumen
para el siglo romántico. Una de las corrientes estéticas más definidas en el
siglo XX ha sido la vuelta a las formas anteriores al romanticismo. Una
interprete genial (Wanda Landowska) ha conseguido que el clavecín y su música
aparezcan como algo cercano a nuestra sensibilidad.
El clavecín es un instrumento de sonoridad leve y seca a la vez. Sin
contrastes y sin volumen, no encuentra su perfección definitiva hasta que la
mano de Doménico Scarlatti hace de
la rapidez y del virtuosismo un maravilloso sistema expresivo. Frente al violín
de la Italia del Norte, grandioso, melancólico, y robusto, el clavecín de
Scarlatti impone los valores que sirven para caracterizar el rococó
dieciochesco: Ligereza, sonrisa, ornamento, virtuosismo, cualidades que son luego
técnica imprescindible para el piano.
Triunfa el clavecín sobre otro instrumento resumen, órgano. La maravillosa
escuela organistica de Frescobaldi, no tiene seguidores.
DOMENICO
SCARLATTI. (1695-1757)
Después de su paso por Londres y Lisboa, llega a Madrid como profesor de la
princesa de Asturias en donde vivirá hasta su muerte
A primera vista, una concepción exclusivamente ornamental parece presidir
el estilo de Scarlatti. Es una técnica destinada a sacar del clavecín efectos
que aun hoy mismo parecen imposibles. Saltos inverosímiles, apoyaturas,
mordentes sin descanso, cruzamientos continuos de manos. Arranca al clavecin todo un reino de lo
difícil y de lo imprevisto: “belleza
diabólica” como dijo Paul Dukas. Pero el ornamento de
Scarlatti no es solo una muestra de artificio, ya que cada giro melódico, cada
travesura, vienen sostenidas por una plasticidad especial nacida de un genial
sentido el ritmo. De esta forma puede el clavecín conseguir efectos de color y planos
de sonoridades casi increíbles.
Scarlatti no manifiesta una gran preocupación por inventos formales. Sus sonatas no pueden ser valoradas con
arreglo a un simple esquema formal. Es una técnica puntillista,
maravillosamente fragmentaria, donde la prodigiosa maestría en el estilo fugato
no se emplea como recurso para el simple artificio o como decisivo
procedimiento de profundidad. Olvidando el sentido peyorativo del calificativo superficial, podríamos
acercarnos bien al estilo clavecinistico de Scarlatti.
Frente al clavecín francés, cuyo trazo ornamental busca intentos descriptivos
como muestran los títulos de la piezas, el clavecín de Scarlatti, con títulos
muy generales (sonata o capricho casi siempre) se mueve siempre dentro de
intenciones puramente musicales.
Francesco
Durante
Contemporáneo de Scarlatti, Durante (1684-1755) contribuye al mundo
del clavecín, con una técnica sobria, dedicada sobre todo a los problemas contrapuntísticos.
Fue Maestro de los mejores operistas italianos y nos ofrece un clavecín opuesto
al de Scarlatti por sus preocupaciones de severidad. Vale la pena escuchar más
a menudo la música de este compositor que os dará agradables sorpresas.
Sonata Fugata ( F. Durante)
Fragmento de
sus lamentaciones del profeta Jeremias ( Bellísima obra de un compositor , Durante , un gran
desconocido.
ESCUELA
VENECIANA. GALUPPI (1706-1785)
Galuppi, liberando a la sonata de la aridez de la técnica, avanza
prodigiosamente en el proceso de la forma y del estilo. En sus sonatas se palpa
una deliciosa calidad armónica, pues son
melancólicamente expresivas y muestran una incomparable vivacidad, una extraña
y enérgica claridad, en la cual todo, genio y saber, concurren a dar a la forma
la más noble eficacia, presentando el mismo tema bajo mil formas variadas.
La personalidad de Scarlatti ha dejado en la sombra la música cembalistica
de Galuppi, pero sus sonatas son un ejemplo perfecto de la escuela veneciana.
Si Scarlatti se libera de la danza idealizándola por la ligereza, Galuppi
muestra su genialidad, sobre todo, en los tiempos lentos, llenos de una
melancólica gravedad, ajenos a la alegría de la escuela Napolitana.
ESCUELA FRANCESA.
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, en la escuela francesa hay un
cambio de título y empieza a hablarse de “Sonatas” en lugar de “piezas de clavecín”. El
abandono de la estructura de la suite no va acompañado de grandes conquistas
formales ya que los músicos franceses aún se resisten a aceptar la pura música
instrumental, muy todavía vinculados aun al drama operístico.
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